Bienvenidos a mi blog. Lo he creado para poder plasmar por escrito todo lo que me ronda por la cabeza cada noche antes de irme a dormir. Aquí no hay un tema claro, sólo aquello que se me va ocurriendo cada día. Espero que os guste, me encanta escribir.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Recuerdos cristalinos

Playa. Sol casi apagado. Calma. Arena blanca aunque rugosa. Ruido de mar. Niños que juegan en la orilla. Personas que caminan mojando sus pies en el agua cristalina. Sí, agua cristalina.

Entre tal situación envidiable para muchos, de pronto él me viene a la mente. Entonces recuerdo nuestros momentos en la playa, nuestras risas, nuestras tardes como la de hoy, pero juntos.
Recuerdos que aunque quisiera borrar me sería imposible hacerlo. Y ahora me siento aquí frente al ordenador, y mientras pulso cada tecla se me va poniendo poco a poco la carne de gallina. Y me late más rápido el corazón. 

Termina el verano, para mí el mejor verano de todos los vividos antes. Y es tiempo de deprimirse, de recibir con los brazos abiertos a nuestro querido síndrome postvacacional. Sin embargo yo aprovecho, disfruto los últimos días en mi paraíso particular y me rodeo de mis recuerdos cristalinos que en días dejaran de ser espejismos para tornarse reales. Volveremos a estar juntos y empezaremos con fuerza la rutina que inundará nuestro invierno.


Olga San Andrés.

martes, 30 de agosto de 2011

Los niños piensan lo que todos quieren que piensen

Antes de dormir no puedo dejar de pensar en lo que he oído esta tarde en la piscina. Mientras yo jugaba tranquilamente a las cartas estaba viendo como un grupo de niños de entre 10 y 12 años hablaban dentro del agua. Su conversación me era totalmente irrelevante hasta que he escuchado como un niño desde la piscina le decía a una niña que se estaba secando fuera: "¿Te has dado cuenta de que para tu edad pesas mucho y estás gorda?".

Inmediatamente me he girado para mirar a la niña. Como ya sé que los niños siempre dicen lo que piensan sin ningún tipo de reparo, había pensado que la niña podría ser "gordita" y que el niño sólo era bruscamente sincero. Sin embargo me he quedado sorprendida cuando he visto que la niña era delgada, alta, rubia, ojos azules, es decir, una niña preciosa.

¿Cómo es posible que la imagen de la mujer con extrema delgadez sea la que se enseñe a los más pequeños, que por supuesto serán nuestros adultos en unos años?


 Creo que la educación es esencial en la vida, pero la buena educación. Si ese niño piensa que la niña estaba gorda es porque todo lo que le rodea le hace ver que lo bonito es la delgadez y lo que no sea así debe ser rechazado automáticamente.


Por lo tanto sus padres tienen una parte de culpa por no enseñarle que no es mejor una persona que otra según su  físico, pero sobre todo la culpa la tenemos todos. Todos formamos una sociedad con estereotipos de los que muchos y muchas no están de acuerdo. ¿Entonces por qué no los cambiamos?

Lo peor no ha sido el comentario del niño, sino la respuesta de ella: "Ya lo sé. Comeré menos para ponerme guapa".

¿Acaso queremos que las niñas terminen así? No sé cuál será su futuro...


Olga San Andrés.

lunes, 29 de agosto de 2011

Las vías de la felicidad

Anoche cuando me metí en la cama no paraba de pensar en una frase de aquella famosa canción de Fito y los Fitipaldis: "no se si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo".


Supongo que será porque me estuve fijando todo el día en que a mi alrededor la gente es feliz, y me incluyo por supuesto. Pero el tema que me hace pensar es cómo llegar a conseguir esa felicidad. A veces me siento realmente absurda cuando veo gente feliz siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. Gente que deja de lado valores que por lo menos a mí me han enseñado desde pequeña. ¿Una educación diferente? Sí, así es, una educación que nada se asemeja a la mía pero que hace que gente que hace en cada momento lo que quiere sea tan feliz como aquel que tanto trabaja por conseguir sus metas, que tiene que medir sus palabras en muchas ocasiones o que simplemente se sabe comportar.

Y tras minutos y minutos pensando en todo esto llegué a una conclusión. Si ya sé cómo son algunos y sé cómo soy yo, ¿quiero cambiar? ¿quiero ir por la vía fácil? No,gracias. Estoy orgullosa de que me cueste subir una larga escalera hasta conseguir lo que quiero. Estoy orgullosa de ser responsable cuando tengo que serlo. Y pueden llamarme aburrida, friki, o lo que quieran pero no van a cambiarme ni a mi ni a mi felicidad, que es plena.

¿El mundo está al revés?¿Lo estoy yo?No lo sé, pero quiero ser yo misma. Si quieren que sean ellos los que se den la vuelta, yo soy feliz así :)


Olga San Andrés.