Bienvenidos a mi blog. Lo he creado para poder plasmar por escrito todo lo que me ronda por la cabeza cada noche antes de irme a dormir. Aquí no hay un tema claro, sólo aquello que se me va ocurriendo cada día. Espero que os guste, me encanta escribir.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Un descanso

Escribo esta entrada para anunciaros que durante un tiempo, y no sé cuanto, no voy a escribir ninguna entrada más.
Estoy en un momento de plantearme muchas cuestiones, como mi futuro, mis aspiraciones, mis competencias..
De momento, simeparoapensar, se va de vacaciones.

Un saludo a todos.

Olga San Andrés.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Una artista dará a luz como ejemplo de obra de arte

La artista neoyorquina llamada Marni Kotak, en avanzado estado de gestación, ha decidido parir a su bebé en la Galería Microscope de Nueva York. La joven cree que traer un hijo al mundo es una obra de arte, y por lo tanto, va a ofrecer su parto a todo el que esté dispuesto a contemplarlo.

La artista ya había mostrado antes experiencias de su vida como obras artísticas, pero asegura que, “The Birth of Baby X”, que así se llama su proyecto, será la más “profunda y desafiante físicamente”.

Los visitantes deben estar preparados para encontrarse de repente como testigos del nacimiento. Aunque mientras se produce el parto, también podrán ver vídeos de actuaciones realizadas por Kotak, que tienen que ver con sus emociones respecto al bebé.

Cuando el niño crezca, podrá decir que fue una obra de arte.


Aquí tenéis más información por si os entran ganas de ir para ver un parto en directo.


Las fotografías son de su ecografía y del decorado que ha puesto en la Galería Microscope para dar a luz a su "obra de arte".


¿Curiosa? Opinad :)

Olga San Andrés

martes, 18 de octubre de 2011

El día que volví a salir a la calle...

Me despierto. Miro el calendario. 15 de octubre.¿A qué huele? A democracia.



Como bien decían las redes sociales, iba a ser un día para no olvidar. En Twitter se podían leer tweets preguntando: ¿Dónde estuviste el 15O? Y yo lo tenía claro, en la puerta del sol, junto con unos 500.000 indignados más que alzaron sus voces a favor de un cambio del sistema actual.


Me hacen gracia los muchos que dudaban de este movimiento. Los que decían que la gente con el tiempo se cansaría de salir a la calle a demostrar su indignación pon nuestros políticos, nuestro sistema financiero, el paro, las pensiones, la corrupción, entre otros motivos. Entonces en la puerta del Sol, junto al kilómetro cero, viendo la plaza rebosando de gente, me sonreí.


Me sentía orgullosa de ver decenas de pancartas con carteles que pedían libertad e igualdad, pero sobre todo justicia. Me impresionó ver a una niña a los hombros de su padre llevando una pancarta que pedía cuentas sobre el futuro que nos espera. Y la señora mayor que, precisamente indignada, pedía paso con su bastón para que no la aplastase la multitud y pudiese reivindicar también sus derechos.


Pero sobre todo aquel padre con su hija.En plena calle Alcalá, entre gritos de "Esperanza dimisión", un padre le explicaba a su niña de unos 5 años: "Hay veces que hay que salir a la calle cuando no estás de acuerdo con algo".


Pero qué buen ejemplo. Eso es una educación digna y democrática. El tomar una actitud activa como ciudadano y no callarnos con posturas conformistas, sino reivindicar lo que creemos necesario para nuesta democracia.


Yo, y tengo conciencia de que como yo muchos más, me hubiese sentido ridícula si me hubiese quedado en casa el 15O. No sólo porque ha callado bocas a los que pensaban que el movimiento 15M fracasaría (y lo ha superado en número de indignados) sino porque pienso que mi deber como ciudadana es participar en defender un sistema justo.



No vale pensar que no se va a solucionar nada. Esto puede ser un paso hacia una nueva España. Una España en la que podamos elegir libremente a los que nos representan, dejando la corrupción a un lado y luchando por que nosotros los jóvenes tengamos un futuro digno. No sé vosotros, pero yo quiero tener trabajo cuando termine la carrera, y también poder vivir en mi casa y no en la casa del banco.



15-O: un segundo susto para que vean que tenemos voz. Que no os engañen. No son nada sin nosotros.


Olga San Andrés.

viernes, 14 de octubre de 2011

Como dijo Steve Jobs, somos el fruto de nuestras decisiones

Lo siento por el tiempo que he tardado en volver a escribir. Como muy bien sospechaba alguien que me escribió un comentario en la última entrada, son los estudios los que a veces no me dejan escribir. Por supuesto no es mi falta de ganas.

Llevo muchos días queriendo hacer esta entrada, pero no sabía cómo hacerla.

En primer lugar creo que, como futura trabajadora en los medios de comunicación, es mi deber hacerle un homenaje al genio Steve Jobs. Sinceramente, es triste que haga falta que alguien se muera para poder darnos cuenta de que hay verdaderos talentos ahí fuera, y que nuestra vida no es la única que importa.

Precisamente después de la muerte de Jobs, se ha difundido un vídeo que yo califico como impactante. No sólo porque haya fallecido, que sería la causa normal de nuestro impacto, sino por cada palabra que sale de sus labios.

Efectivamente, todas la decisiones que tomamos en la vida sirven para ser lo que somos hoy en día. No tenemos que tener miedo a equivocarnos ni a hacer el ridículo porque nuestros actos son los determinantes de un resultado único: cómo somos cada uno de nosotros.

Creo que tenemos que luchar por lo que queremos, y si no sabemos qué queremos, tenemos que luchar por encontrarlo.La sociedad necesita huir del conformismo y conseguir llegar lejos con sus propias decisiones, quitándose de la cabeza que, por ejemplo, por hacer una carrera u otra vayamos a ser realmente quienes queremos ser.


LIBERTAD Y DESTINO: ESA ES LA CLAVE 


Ahora os dejo el vídeo del discurso que dio Steve Jobs en la universidad de Stanford. Para mí el discurso que más me ha gustado de todos los que he oído. Y no sólo eso, me ha emocionado profundamente.


Creo que deberían verlo todos aquellos que tengan dudas sobre qué hacer en su vida. Una buena ayuda, sí señor.

domingo, 2 de octubre de 2011

¿Cuesta? A por ello entonces

Platós, cámaras, escaletas, micrófonos, maquillaje, cables (muchos cables), focos de luz...
¿No es increíble?

El otro día estuve en tele5 y fue lo mejor que pudo pasarme. Recordé por qué desde hace tiempo repito una y otra vez que yo quiero trabajar en televisión. Me quedé eclipsada por todo lo que me rodeaba, por la estructura, el sistema, los que están delante de las cámaras, los que están detrás, los que están arriba o los que están a pie de plató.

Me preguntaban, ¿pero tú a qué quieres dedicarte?
Yo quiero ser reportera- decía con orgullo y firmeza.
Todos perplejos. Empezaron a lloverme comentarios: ¡Pero si los reporteros están muy mal pagados! ¡Si es muy duro el trabajo del reportero!
Y entonces fue la mejor ayuda que pudieron darme. Ellos no saben cuánto me han echado una mano, ¿sabéis por qué? Porque yo ahora quiero luchar aún más. Quiero llegar hasta donde me he propuesto. Me parece un trabajo magnífico, que te hace moverte de un lado a otro, conocer gente, realizar cientos de entrevistas allá donde está la noticia. ¿No sentís en la tripa esto que siento yo ahora?
Con la carne de gallina y los dedos fríos, quizá de los nervios, quizá de acordarme de mi entrada por esos pasillos, que tantas veces veo desde casa sentada en el sofá.

Y sobre todo con la esperanza de que, aunque me cueste horrores, algún día estaré allí, demostrando cómo unos años después y con esfuerzo, conseguí lo que quería: formar parte de ese mundo, de la tele.
¿Cómo os cansáis de la tele? ¿Cómo podéis jugar con el iPhone mientras yo me grabo ese programa en mi casa porque no tengo tiempo para verlo?
Está claro-me dijeron- porque todo trabajo con el tiempo cansa.
Entonces quiero comprobarlo.


Olga San Andrés.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Amistad etílica vs tópicos


Estos días han sido las fiestas de mi ciudad. Ambiente animado, etílico diría yo. Peñas, amigos, colegas, música, alcohol. Este es el ambiente que se respira por la calle. Yo mientras andaba por la ciudad veía cosas "típicas" de las ferias. Encontraba parejitas besándose, unos porque son novios y otros porque se dejan llevar por los efectos del alcohol. Esa sensación de ser extrovertido por unos días, de soltar tu cuerpo bailando en las verbenas, de hablar con gente que no conoces pero que piensas que tienes mucho en común con él. Pues así es, el alcohol que recorre las venas de ambos.

Y entonces, entre semejante ambiente, me puse a pensar. Me pregunto si la persona con la que compartes una botella de vozka una noche, o dos quizás, es verdaderamente tu amigo. Me saltó a la mente el topicazo de "los amigos se cuentan con los dedos de una mano". Y entre litronas, drogas y basura por el suelo, a pesar de estar rodeada de gente por todos los lados, me sentí sola.

Gente, grupos, más gente, porque en fiestas ves a todo el mundo, está claro. Pero yo cogía el móvil y no sabía a quien llamar. Una lista entera de contactos. Amigos de otros amigos. Pero qué indecisión. Entonces la llamé a ella. La mejor amiga del mundo. Fue sólo un rato, unos bailes de charanga, unas copas, pero suficiente como para decirme a mí misma: "no estás sola". La tengo a ella, lo tengo a él. No puedo pedir más.

Día a día muchas veces se hace muy duro no sentirte miembro de un grupo. Esos grupos que se conocen de toda la vida, que quedan todos los fines de semana, que se llaman amigos. Yo sé muy bien lo que tengo y por eso ahora pienso con una sonrisa en la cara: "Ya entiendo por qué los tópicos son tópicos". Más vale poco y bueno que mucho y malo.

Olga San Andrés.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Y por encima de todo la familia

Hoy no paro de pensar en las pequeñas tradiciones que cada familia, cada grupo de amigos, cada pueblo, o cada vecindario tiene. Hay ciertos días al año en los que siempre haces lo mismo. Y puede que incluso no le des importancia a ese día en el que, por ejemplo, se hace una comida familiar, una merienda o una entrañable quedada. Pero de repente, por los motivos que sea, esa tradición se rompe.

Todos crecemos, todos queremos hacer planes, a todos nos ha pasado alguna vez que queramos dejar un poco de lado a la familia porque nuestros amigos tienen un plan mejor ese día. Pero ayer, mientras la tradición de merendar con mi familia en mi pueblo se rompía, sentí lástima.



Creo que en ocasiones podemos ser moldeados por mucha gente, aunque por supuesto a nadie le gusta que le manipulen. Pero creo que hay que saber marcar muy bien el límite entre lo que te pueden mandar hacer y tú lo aceptas, y entre lo que te dicen que tienes que hacer y tú te plantas y dices: No, primero mi familia.

Yo lo tengo claro, ayer tuve que callarme cuando nunca lo hago. Hoy lo escribo aquí. El año que viene me taparé los oídos y pondré mi silla junto a mi familia, eso seguro.

Olga San Andrés.


lunes, 5 de septiembre de 2011

De vuelta a la rutina

Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn

El despertador. Lo toco, porque ni siquiera se me abren los ojos para apagarlo. Desearía que fuese verano de nuevo, pero no, es la llamada vuelta al cole o en este caso vuelta a la uni. Había olvidado esos madrugones, esa indecisión por elegir la ropa del primer día, que al fin y al cabo no importa mucho.

Pero después de desayunar algo para no caer rendida en mitad de clase el primer día, después de lavarme la cara y reírme de lo dormida que parezco que estoy, entonces ha ocurrido: mi padre se ha reído de mí. De que yo no tuviera fuerzas ni para decir "buenos días".

Y cuando creía que ya me había acordado de todo y que ya todos nos habíamos reído lo suficiente, he salido de casa. Por casualidad y no por que sea vaga, me he dado cuenta de que el autobús venía hacia mí. He decidido, por no pasar frío, que lo mejor sería cogerlo. Pero no sé si habrá sido muy aceptada mi decisión cuando el autobusero se ha reído, aunque con disimulo, de mi cara de dormida. Meses sin verle para que me vea así. ¿Suele pasar no? ¡Qué consuelo!

Por fin llego a la estación. Coger el tren que cada día me lleva a la universidad durante hora y media. Ese tren que yo considero "mi segunda cama". Ese tren donde leo, donde me aprendo millones de canciones de memoria, y sobre todo donde dejo volar mi imaginación. ¿Cómo podía haberlo olvidado?

Pues bien, después de ese principio, de las primeras clases después de tres meses de vacaciones y de el reencuentro con mis amigas he pensado: ¿Se me olvidará también lo agustito que estaba yo en la playa, con mis amigos, mi familia, con él..? Claro que no. Ya no hay siestas, baños cristalinos ni fiestas todos los días. Ahora hay madrugones, trabajos y nostalgia. Nostalgia por el mejor verano de todos, pero que intentaré superarlo el verano que viene. Mientras tanto, queda inaugurado el curso 2011-2012. ¡A darlo todo!


Olga San Andrés.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Me fijo en ti, me toca a mí

Hoy me he pasado toda la mañana explicándole a mi prima cómo analizar las oraciones para su examen de septiembre. Mientras ella las analizaba me he puesto a pensar en cuando nosotras éramos pequeñas. Me parece increíble que hace nada mirase al lado y viese una niña, de carácter fuerte (y espero que no se ofenda) y tres años más pequeña que yo. Ahora, unos años más tarde, me suplica con besos y abrazos mi ayuda para aprender la sintaxis.


Y mientras las subordinadas entretenían a mi prima, yo pensaba en lo rápido que pasa el tiempo. En que yo siempre he sido la nieta y la hija mayor. Siempre me ha ayudado mucho mi abuela con las matemáticas, después con la economía, y, ya en la carrera, con la estadística. Mi padre intentaba enseñarme a escribir con letra de caligrafía, mientras yo mostraba mis primeros signos de rebeldía. Quería imitar la letra que aparecía en los cuentos, cuentos que mi padre me leía cada noche antes de dormir. Y mi madre me enseñaba a dibujar casitas con tejado y a saber de dónde eran las matrículas de los coches.


Y ahora me toca a mí, siguiendo los pasos de los que a mí tanto me han enseñado. Dicen que es de sabios fijarse en el de al lado cuando no sabes hacer algo. Fijarse en el de al lado para saber qué cubierto se debe utilizar en una cena de lujo. Cada uno decide a quién quiere parecerse, en quién se quiere fijar.Yo me fijo en mi familia, las raíces que me han hecho ser como yo soy. ¿Hay mejor ejemplo para seguir? Por supuesto que no.


Olga San Andrés.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Recuerdos cristalinos

Playa. Sol casi apagado. Calma. Arena blanca aunque rugosa. Ruido de mar. Niños que juegan en la orilla. Personas que caminan mojando sus pies en el agua cristalina. Sí, agua cristalina.

Entre tal situación envidiable para muchos, de pronto él me viene a la mente. Entonces recuerdo nuestros momentos en la playa, nuestras risas, nuestras tardes como la de hoy, pero juntos.
Recuerdos que aunque quisiera borrar me sería imposible hacerlo. Y ahora me siento aquí frente al ordenador, y mientras pulso cada tecla se me va poniendo poco a poco la carne de gallina. Y me late más rápido el corazón. 

Termina el verano, para mí el mejor verano de todos los vividos antes. Y es tiempo de deprimirse, de recibir con los brazos abiertos a nuestro querido síndrome postvacacional. Sin embargo yo aprovecho, disfruto los últimos días en mi paraíso particular y me rodeo de mis recuerdos cristalinos que en días dejaran de ser espejismos para tornarse reales. Volveremos a estar juntos y empezaremos con fuerza la rutina que inundará nuestro invierno.


Olga San Andrés.

martes, 30 de agosto de 2011

Los niños piensan lo que todos quieren que piensen

Antes de dormir no puedo dejar de pensar en lo que he oído esta tarde en la piscina. Mientras yo jugaba tranquilamente a las cartas estaba viendo como un grupo de niños de entre 10 y 12 años hablaban dentro del agua. Su conversación me era totalmente irrelevante hasta que he escuchado como un niño desde la piscina le decía a una niña que se estaba secando fuera: "¿Te has dado cuenta de que para tu edad pesas mucho y estás gorda?".

Inmediatamente me he girado para mirar a la niña. Como ya sé que los niños siempre dicen lo que piensan sin ningún tipo de reparo, había pensado que la niña podría ser "gordita" y que el niño sólo era bruscamente sincero. Sin embargo me he quedado sorprendida cuando he visto que la niña era delgada, alta, rubia, ojos azules, es decir, una niña preciosa.

¿Cómo es posible que la imagen de la mujer con extrema delgadez sea la que se enseñe a los más pequeños, que por supuesto serán nuestros adultos en unos años?


 Creo que la educación es esencial en la vida, pero la buena educación. Si ese niño piensa que la niña estaba gorda es porque todo lo que le rodea le hace ver que lo bonito es la delgadez y lo que no sea así debe ser rechazado automáticamente.


Por lo tanto sus padres tienen una parte de culpa por no enseñarle que no es mejor una persona que otra según su  físico, pero sobre todo la culpa la tenemos todos. Todos formamos una sociedad con estereotipos de los que muchos y muchas no están de acuerdo. ¿Entonces por qué no los cambiamos?

Lo peor no ha sido el comentario del niño, sino la respuesta de ella: "Ya lo sé. Comeré menos para ponerme guapa".

¿Acaso queremos que las niñas terminen así? No sé cuál será su futuro...


Olga San Andrés.

lunes, 29 de agosto de 2011

Las vías de la felicidad

Anoche cuando me metí en la cama no paraba de pensar en una frase de aquella famosa canción de Fito y los Fitipaldis: "no se si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo".


Supongo que será porque me estuve fijando todo el día en que a mi alrededor la gente es feliz, y me incluyo por supuesto. Pero el tema que me hace pensar es cómo llegar a conseguir esa felicidad. A veces me siento realmente absurda cuando veo gente feliz siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. Gente que deja de lado valores que por lo menos a mí me han enseñado desde pequeña. ¿Una educación diferente? Sí, así es, una educación que nada se asemeja a la mía pero que hace que gente que hace en cada momento lo que quiere sea tan feliz como aquel que tanto trabaja por conseguir sus metas, que tiene que medir sus palabras en muchas ocasiones o que simplemente se sabe comportar.

Y tras minutos y minutos pensando en todo esto llegué a una conclusión. Si ya sé cómo son algunos y sé cómo soy yo, ¿quiero cambiar? ¿quiero ir por la vía fácil? No,gracias. Estoy orgullosa de que me cueste subir una larga escalera hasta conseguir lo que quiero. Estoy orgullosa de ser responsable cuando tengo que serlo. Y pueden llamarme aburrida, friki, o lo que quieran pero no van a cambiarme ni a mi ni a mi felicidad, que es plena.

¿El mundo está al revés?¿Lo estoy yo?No lo sé, pero quiero ser yo misma. Si quieren que sean ellos los que se den la vuelta, yo soy feliz así :)


Olga San Andrés.